jueves, 26 de noviembre de 2015

Amazona

Anónimo


Lo que digo de la crin del caballo tutelar
que sueño
es una mentira,
una mentira  que mantengo
para olvidar el seno
destrozado que mancilló mi cuerpo
enredado en las lamas del charco
que me ensucia,
y no he de volver a cantar sobre esa rosa,
ni decir que me envuelve una bronceada rama
mi cuello.
El pelo oscuro me da el vigor que los conejos tienen
al procrear, 
el beso al aire  el brillo de la ondulación de los cuerpos
que estoy mirando,
me sugieren  arrebatar el filo del dios más triste
para dárselo al músculo  feble,
una ruina me brota en cada instante
para lucir metálica y viril,
no se trata de un cerebro hábil,
sino por la taurina ola del pecho cercenado
es que me alimento
con el vaho de su crin. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario